viernes, 17 de septiembre de 2010

"No la mal acostumbres"

[Vaya este primer post de posicionamiento sobre la crianza dedicado a mi bebota de 1 mes]

Es una costumbre muy arraigada en este país la de opinar sobre los bebés y sus cuidados de manera gratuita. Todos los que hemos paseado con un bebé hemos vivido el "momento semáforo", cuando estás esperando para cruzar y alguien comenta que qué bebé tan mono y que cuánto tiempo tiene. Lo siguiente que uno oye, suele ser un consejo. O que si tiene un granito que se quitan muy bien con aceite de oliva, o que si tiene cólicos lo mejor es el anís, o que si no tendrá frío tan destapadito. Con mi primer hijo aprendí a poner cara de muchísimo interés y de que en cuanto llegase a casa probaría ese método mientras miraba de reojo al semáforo rezando para que se pusiera verde pronto. El hecho de que el comentario suela venir de una mujer, me hace siempre pensar en si entre hombres se dan conversaciones similares: Un señor se compra un coche chulísimo y un desconocido que lo ve a punto de arrancar se acerca a decirle que qué bonito es el coche. Y cuando el dueño está henchido de orgullo, el desconocido comienza las indicaciones: pero espere a que se apague el indicador de los calentadores antes de arrancar, y no vaya a darle acelerones, y más vale que lo guarde siempre en garaje... ¿Por qué será que nunca he presenciado una conversación similar? ¿suponemos las mujeres que las demás no saben cuidar de sus hijos? porque yo sé que lo hacen con buena voluntad, pero ¿no es un poco raro?

En cualquier caso, el motivo de este post es que estos comentarios suelen ir en una misma dirección cuando de educación se trata: disciplínalos desde bien pequeños porque la educación es una guerra que comienza ahora. Empiezo a oír ya a mis vecinos y conocidos (llenos de buenas intenciones) que me avisan de que estoy mal acostumbrando a mi hija porque paso mucho tiempo con ella. Pocos son los que se atreven a decirles a otras madres en los parques que su bebé lleva un rato lloriqueando y que no le han hecho ni maldito caso. Nadie comenta con su vecino que oye a su niño llorar por las noches hasta que el chiquito se duerme desfallecido. Nadie te dice que acunar a tu bebé o llevarlo en una mochila en lugar de en un capazo tiene muchos beneficios. La "mala costumbre" es estar cerca de tu bebé, tenerlo en brazos cuando te necesita, acudir cuando te llama o tranquilizarlo cuando está nervioso. Pues no me da la gana. Ni de "bien acostumbrar" a mi hija y contradecir a mi instinto y al suyo, ni de considerar que su educación es una guerra que sólo una de las dos pueda ganar. Cuando sea mayor, podrá prescindir de mi ayuda en algunas de esas tareas y me lo hará saber. Porque crecer es un estímulo en sí mismo para ella y buscará poder repetir la frase de "yo solita" cuando llegue el momento. Mientras me llame porque me necesita, voy a acudir. Y cuando yo me reincorpore al trabajo y no pueda cogerla en brazos todo lo que quiero, buscaré quien lo pueda hacer por mí. Y sentiré pena aquellas veces en que ni yo ni nadie pueda darle lo que esté necesitando en ese momento, cada vez que llore. Y como esas veces llegan por sí mismas (estás en el trabajo, bañando al otro, tienes un huevo en la sartén, o mil más como esas), me niego a inventarme motivos para negarle a su madre porque sí. Pienso mal acostumbrar a mi hija a que sepa que estoy ahí cuando ella me necesita, a que se sienta segura, protegida y querida. Y si el efecto secundario de todo esto es que ella aprenda a llamarme, aprovecharé para enseñarle a decir "mamá". Con lo bien que suena.

... por cierto, ¿no tendrá algún efecto secundario "bien acostumbrarlos"?

1 comentario:

  1. hola de nuevo,

    mi pareja y yo teniamos muy claro que solamente queriamos tener un hijo y quizás sea por eso que no hemos perdido ni una sola oportunidad de cogerla en brazos, dormir con ella o darle la teta allá donde fuera... y ahora cuando oigo a muchas madres decir que el segundo hijo se disfruta mucho más que el primero nos alegramos tanto de haberla "malcriado" que pensamos seguir haciendolo ;) a mi también me encanta oir "mamá" ¿porque será que algunos niños llaman a sus padres por su nombre real?
    seguimos en contacto...

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