lunes, 17 de enero de 2011

ish - Un cuento sobre los dibujos

Un comentario de Marta sobre los dibujos de los niños y sobre cómo les obligamos a que pinten sólo aquello que ven con sus ojos y tal cual lo vemos nosotros, me ha hecho releer este cuento con el enano y no me resisto a poneros una traducción libre. Por problemas de copyright no os puedo poner los dibujos. Una pena, porque Peter H. Reynolds es genial.

-OSO

A Ramón le encantaba pintar. En cualquier momento. Cualquier cosa. En cualquier sitio.

Un día, Ramón estaba pintando un jarrón. Su hermano, León, miró por encima de su hombro. León empezó a reírse. "¿QUÉ es ESO?", preguntó. Ramón no pudo ni contestar. Simplemente, hizo una bola con el papel arrugándolo y lo lanzó bien lejos. La risa de León perseguía a Ramón. Intentaba hacer que sus dibujos estuvieran "bien", pero no lo conseguía.

Tras muchos meses y muchas bolas de papel, Ramón dejó su lápiz. "Abandono." Marisol, su hermana, lo estaba mirando. "¿Qué quieres TÚ?", gritó Ramón malhumorado. "Te estaba mirando pintar", dijo ella. Ramón la miró con desdén. "NO estoy pintando. ¡Pírate!". Marisol salió corriendo, pero primero recogió una de las bolas de papel. "¡Eh! ¡Dame eso ahora mismo!". Ramón persiguió a Marisol por las escaleras y hasta su habitación. Ramón estaba a punto de gritar, pero se quedó mudo cuanto vio las paredes de la habitación de su hermana... Había una exposición de dibujos arrugados. "Este es uno de mis favoritos," dijo Marisol señalando. "Eso se SUPONÍA que era un jarrón", dijo Ramón, "pero no se parece." Ella exclamó: "Bueno, parece... jarrón-OSO." "¿Jarrón-OSO?" Ramón lo miró más de cerca. Entonces volvió a mirar los dibujos en las paredes de Marisol y empezó a verlos de una manera diferente. "Parecen... -osos", dijo.

Ramón se sintió ligero y lleno de energía. Pensar osa-mente dejó que sus ideas fluyeran libremente. Empezó a pintar lo que sentía - garabatos elásticos. Listos para saltar. Sin preocupaciones. Ramón volvió a pintar, y pintó el mundo a su alrededor. Hacer un dibujo -oso sentaba la mar de bien. Llenó cuadernos arbol-osos, edificio-osos, barco-osos, atardecer-osos, pez-osos, sol-osos. Ramón se dio cuenta de que también podía pintar sentimientos -osos: Paz-osos, graci-osos, nervi-osos. Sus dibujos -osos le inspiraron para escribir -osamente. No estaba seguro de si lo que escribía eran poemas, pero sabía que eran poem-osos.

Una mañana de primavera, Ramón tuvo una sensación maravillosa. Era una sensación que ni las palabras -osas ni los dibujos -osos podían capturar. Decidió NO capturarla. En su lugar, simplemente, la saboreó...

Y Ramón vivió osamente para siempre jamás.

(Traduzco hasta la dedicatoria: Dedicado a Doug Kornfeld, mi profesor de arte, que me retó a pintar para mí mismo y encontrar mi voz.)

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por el cuento y la traducción.
    A mi hija una vez la riñeron en centros abiertos porque había dibujado un gusano de rayas de colores y según la cuidadora se debería pintar cada bola del gusano de un color diferente (no cada bola de varias rayas de colores. Desde ese momento decidí que no volvería a llevarla a centros abiertos y desde entonces el dibujo arrugado del gusano a rayas de colores ocupa un lugar privilegiado en nuestra nevera. Por cierto el último libro que le he comprado a mi hija y que os recomiendo tanto por el contenido como por las ilustraciones es "LA GRAN FÁBRICA DE LAS PALABRAS" de Agnes de Lestrade. Espero que os guste tanto como a nosotras.

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  2. Hola! Sí que es genial este tipo. En español edita sus libros la editorial Serres, este titulado "Casi" y hay otro en la misma línea llamado "El punto". Mucho humor para ver lo que podemos hacer sin presión.
    Saludos.

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