jueves, 14 de noviembre de 2013

Deberes IV

Yo iba a escribir sobre otra cosa, pero me ha picado mi madre cuando le he mandado una foto de mi hijo a las 7 de la mañana acabando los deberes que no hizo ayer. Y va y me dice que si no me quejo de los deberes aquí. Con sorna. Añado que Pedro Ramos, el autor del genial blog http://masideas-menoscuentas.com/ justo hoy me ha mandado este enlace sobre el mismo tema http://politikon.es/2013/11/13/deberes-si-o-no/ Y ya no me he podido resistir. Allá voy. A por mi ¡cuarta! entrada sobre este tema en este blog.

El jueves o el viernes de cada semana, mi costillo y yo recibimos un correo del colegio con la planificación de los deberes, que también aparece pegada en la agenda del chico. Os copio textualmente lo que nos han indicado sobre esa planificación:

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Recomendación sobre las Tareas y cronogramas en línea:

Las tareas tienen el objetivo pedagógico de reafirmar los contenidos estudiados en clase. Por lo tanto, se recomienda realizarlas el día que corresponde y entregarlas el día indicado.

Hay que recordar que muchas veces se dejan tareas con materia nueva que se introducirá durante la semana y si estas se adelantan, el niño posiblemente no sepa que hacer. Hacerlas de forma escalonada permite una mejor asimilación y mejor presentación de las mismas.

El objetivo de facilitarles el cronograma el viernes anterior, no es para adelantar las tareas, sino, para que se orienten en los trabajos durante el transcurso de la semana.

Comité de Evaluación
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Por una parte, podéis ver que el Comité de Evaluación tiene claro el "para qué" son: reafirmar contenidos. También tiene claro que NO son para adelantar contenidos. Además, al tener la planificación hecha con una semana de adelanto, no aparecen deberes de los que se improvisan porque no les dio tiempo en clase.

Eso quiere decir que para hoy, que tiene una fiesta por la tarde, el chaval ha podido adelantar lo que había que entregar mañana y dejar toda la tarde libre.

En la planilla que recibimos tanto el niño como los padres, aparecen columnas para las asignaturas de Inglés, Lengua, Sociales, Ciencias y Matemáticas. No hay deberes de ninguna otra asignatura. Aunque aparecen los 5 días de la semana, el lunes NUNCA se entregan deberes.

En esta semana en concreto están ocupadas 8 casillas de las 25 que hay. De ellas, dos son anotaciones del tipo "Iniciamos proyecto de tal tema", y otra es "Traer una naranja para elaborar un ambientador". De las cinco restantes, dos son avisos de examencillos de los temas que llevan un par de semanas trabajando ("Quiz 2 A y B, Identificaciòn de sujeto y predicado. Pàginas 157-158 y 159."). ¿Cuántas casillas de deberes propiamente dichos me quedan entonces? Pues tres:

1. Completar la página 170 del libro de Estudios Sociales.
2. Leer la página 214 y completar la 215 del libro de Lengua.
y 3. Completar las páginas 649 y 650 del libro de Matemáticas.

En la tarea 1, la mayor dificultad fue convencerle de que cuando le preguntaban que reflexionara sobre la utilidad del proceso industrial del ejemplo (fabricación del chocolate), no valía decir que era para que los niños tuvieran caries, y que por "utilidad" buscaban una respuesta más positiva que "dar de comer a los dentistas".

En la tarea 2, la única parte no obvia fue la de "investiga el significado de las palabras lucero, engalanar y posar", que tuvo que buscar en un diccionario online porque no tenemos en papel.

En la tarea 3, después de unas 8 restas con llevadas, había una con dinero (dólares). ¡Con decimales! ¡Pero si no han visto los decimales! Pero como el libro de mates que tiene está muy bien pensadito, pues el chaval no necesitaba que le recordara nada más que "no te olvides de copiar el punto". Cómo habrá sido de intuitivo el paso, que me decía "pero yo creo que esto ya lo ví yo en España, ¿no?".

Esos son los deberes que tienen los chicos de Segundo de Primaria una semana normal. No hay deberes "para crear rutina", quizás porque el mencionado Comité de Evaluación sí se ha leído los estudios fiables sobre el tema y sabe que es un mito. No hay deberes los lunes, quizás porque saben que los niños, igual que los mayores, también necesitan descansar el fin de semana. Hay deberes de "piensa", de "investiga" y, de este tema en concreto que acabamos de introducir en clase (las llevadas en la resta), "refuerza".

Por todo lo anterior: No, mamá. Aquí no me quejo de los deberes. Dispongo de mis tardes para estar con mis hijos sin hablar el idioma deberes (consistente en recoger al niño preguntando "¿tienes deberes?", merendar diciendo "ahora haces los deberes", y luchar durante un buen rato con "que hagas los deberes de una vez"). En este cole:

1) sé la semana anterior si tiene deberes y para qué día (puedo ayudarlo a que se organice para, p. ej. la fiesta de hoy),
2) le puedo dar margen a que juegue y se desfogue al salir del cole porque sé que siempre es poca cosa
y 3) sea porque él está más motivado o sea porque al ser poca cosa no le da tanta pereza, casi nunca hay problemas para que los haga.

En definitiva, la escena matutina haciendo cuatro cuentas a las 7 de la mañana es únicamente el fruto de 7 horas en el cole, más 3 jugando en la calle, más un rato de ordenador... -¡Qué cansado estoy, mamá! -Pues mañana te levantas antes, anda, deja esas cuatro y vete a dormir.



2 comentarios:

  1. Los que preconizan el empleo sistemático de los deberes también suelen defender la importancia de trabajar en solitario, de practicar lo aprendido en ausencia del profesor. Fuera de la escuela, es necesario estudiar, dedicar un tiempo a asimilar las enseñanzas que se han recibido.

    Pero es frecuente que los que sostienen esta postura entiendan por estudiar el sentarse delante de un libro o de unos apuntes con la intención de memorizarlos, de cara a su futura reproducción en un examen. Son los mismos que consideran que la mejor manera de aprender a dividir consiste en hacer muchas divisiones, primero entre una cifra, luego entre dos o entre tres, después con decimales; todas ellas fuera de contexto, sin sentido, sin que sean necesarias para resolver algo. Calcular por calcular.

    De esta manera los deberes se convierten en un entrenamiento, en una prolongación del tiempo necesario para repetir una y otra vez una acción hasta que se ejecuta al gusto del entrenador. Como el tiempo escolar es escaso, los contenidos son muchos y la metodología claramente ineficiente, se recurre a los deberes para paliar las carencias de la escuela, para hacer fuera de ella aquello que no se pudo o no se quiso hacer dentro. Cuando lo más sensato sería ajustar los programas al tiempo disponible, revisar la cantidad de contenidos que se imparten y analizar la forma en que se trabajan, de manera que los deberes no fueran necesarios.
    http://www.otraspoliticas.com/educacion/los-deberes

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  2. Gracias por la aportación y bienvenido al blog, OtrasPolíticas. Veo por tu entrada que andamos en la misma onda luchando contra los mismos molinos :)

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